Juanito y las abichuelas mágicas

Iba a publicar un trabajo que había hecho sobre el domingo pasado que fui a las luchas. Pero me desperté con la noticia de que la mota lsd y otras cosas ya son casi casi legales. Así es que, para andar con estos temas de actualidad pondré un texto que hice para el taller de narrativa de la escuela. A mi medio me gustó pero el profe dijo que parecía parodía de Eugenio Derbez ja. ni pedo. Está basado en la rola de Liquits "Chicaros mágicos". Jaja Está ñoñísimo je. Lo que pasa es que es una parodía de un cuento infantil y me cae ke me salió super piñata haha. Ahí se va sin correcciones chingue su madre. Bueno a ver qué les parece chao.




Juan vivía con su mamá en el campo, siempre tuvo el sueño de volar al cielo. Una tarde cuando regresaba a su casa se encontró una bolsa con unas pequeñas semillas, lo agarró y se fue muy contento a su casa.
Juan plantó las semillas en un jardín de su casa junto a donde cantan los grillos, como no tenia agua sola, las regó con agua de frutas y se fue a dormir porque estaba muy cansado.
Al día siguiente se levantó y se sorprendió al ver que sus semillas habían dado raíces, del suelo se elevaba una planta grande, de ramas que parecían llegar al cielo. Cuando Juan salió a ver de cerca su planta unos hombres vestidos de negro se acercaron al niño y su planta, uno de ellos se llamaba Héctor que le ofreció dinero a cambio de su planta, a Juan le sorprendió que le ofrecieran dinero por una planta grande y fea, cuando le preguntó a Héctor la razón del por qué le daba dinero por su planta y este le respondió que con ella podría llegar al cielo, Juan preguntó como podía ser eso posible, Héctor se rió y le dijo que lo pensara que era un buen dinero. Fue más la curiosidad que Juan tomó una rama la llevó a su casa, que la puso sobre la mesa y se fue a dormir, su mamá preparaba un pastel y al no encontrar menta, tomó la hoja que Juan llevó esa tarde “no creo que sea muy diferente” pensó la mamá de Juan y la echó en el pastel, después de unas horas le dio a Juan una rebanada de pastel con un vaso de leche tibia para la cena.
Juan estaba sentado en un árbol todo brillaba, se miraba las manos, de pronto sentía que volaba, una luz se acercó a él y le pidió que lo siguiera, Juan fue tras ella y vio un jardín enorme donde la gente corría desnuda, una mujer se le acercó lo tomó de la mano y se fueron a correr por el jardín hasta llegar al río de fresa y se echaron un clavado y nadaron mucho rato, luego la corriente subió y se llevó a Juan hasta un gran bosque donde estaba la luz que lo guiaba, que esta vez lo llevaba a unas escaleras enormes, parecían no tener fin hasta que llegaron a un lugar que parecía de algodón, Jun había llegado al cielo y se encontró con un gigante al cual sólo le podía ver los pies, trató de platicar con él, pero Juan no le entendía nada, de nuevo apareció la luz y se llevó a Juan caminó por largo rato hasta que se quedó dormido hasta que despertó en el jardín de su casa, fue con su mamá y le contó lo que había pasado y lo de Héctor, su mamá, después de pensar un rato arrancó una rama de la planta mágica de Juan y le vendieron lo restante Héctor.
Juan y su madre vivieron muy felices desde entonces gracias a la venta de plantas mágicas, hasta que una tarde llegaron unos hombres vestidos de verde a quemar toda su cosecha, Juan y su madre tuvieron un enfrentamiento a tiros con los soldados, el tiroteo duró varias horas hasta que la mamá de Juan cayó herida y le dijo “Huye, escápate hijo mío”, Juan, ni tardo ni perezoso salió huyendo por un pasadizo que se encontraba detrás de su ropero viejo, llegó al establo tomó a su caballo más veloz y escapó, pero, kilómetros más adelante se encontraba un reten, que lo hizo detenerse, después de intentar un soborno en vano, huyó de nuevo, pero en esta ocasión su caballo fue herido, Juan intentó esconderse entre la hierba, pero una bala le dio en la pierna, antes de que llegaran los soldados les gritó “ Nunca me atraparan vivo” y se pegó un tiro en la cabeza.
Ahora Juan es recordado con cariño en su pueblo y le hicieron un corrido “El zar de las plantas mágicas”.